Siendo las redes sociales parte de nuestra cotidianidad y nuestro estilo de vida, debemos tener presente que pueden influir en nuestra salud mental y afectar también nuestra autoestima, afectando directamente las emociones y la idealización que tenemos del mundo, simultáneamente, pueden llegar a crear sentido de dependencia debido a que hoy en día la mayor parte de nuestra población cuenta con un smartphone con acceso a internet, esto quiere decir, que tenemos un acceso de 24 horas diarias para estar revisando que hacen los demás y que ocurre en el mundo, generando un impulso de querer estar conectados todo el tiempo, comprometiendo nuestra concentración, horarios de sueño y nuestras relaciones personales.